Mujeres mayores de 65 años compartieron sus estrategias para hacer frente a los efectos del cambio climático
El proyecto involucra a las comunidades locales en acciones relacionadas con el proceso de adaptación al cambio climático
El pasado 5 de junio, el municipio de Fabara de Matarraña, ubicado en la comarca del Bajo Aragón-Caspe, se convirtió en el escenario de una charla intergeneracional sobre los retos adaptativos al cambio climático. Este encuentro se centró en involucrar a mujeres mayores de 65 años en el diálogo medioambiental y la reflexión acerca de la participación ciudadana en la ciencia.
El evento, enmarcado dentro del Proyecto AGORA, organizado por la Fundación Ibercivis y en colaboración con la asociación de Les Dones Fabaroles, no solo buscó sensibilizar sobre la importancia de los fenómenos climáticos y la necesidad de adaptación a sus efectos, sino también aprovechar la sabiduría y la experiencia de las mujeres de la tercera edad que, viviendo en zonas rurales, han sido testigos directos de los cambios en el entorno natural a lo largo de sus vidas. Durante la sesión también se puso en valor la ciencia ciudadana como herramienta vital para democratizar el acceso al conocimiento y empoderar a la ciudadanía mediante su participación en los procesos científicos.
A menudo las personas que trabajamos en proyectos de investigación nos preguntamos cómo conseguir compromiso e implicación por parte de la ciudadanía en los procesos participativos. Durante el evento, las participantes nos dieron algunas de las claves: destacaron la importancia de eventos presenciales, la divulgación de este tipo de iniciativas, la necesidad de brindar la información de manera accesible -salvando la brecha digital o adaptando los espacios a personas con movilidad reducida- e incorporar al debate de manera efectiva a las comunidades rurales, intentando responder a los desafíos que representa involucrar activamente a personas mayores y pensionistas en estas discusiones.
El corazón del evento fue una sesión de intercambio de experiencias y conocimientos tradicionales sobre los efectos del cambio climático. Las participantes debatieron desde recuerdos de las últimas olas de calor extremas hasta estrategias creativas para minimizar sus impactos, como modificaciones en los hogares para mejorar el aislamiento térmico, cambios en los horarios de actividades diarias y adaptaciones en la vida cotidiana para afrontar mejor las temperaturas elevadas.
Además, se abordaron temas como la creciente frecuencia de precipitaciones intensas y sequías, la desinformación y la politización del cambio climático en los medios de comunicación. Se discutió la importancia de adaptar los cultivos a las nuevas condiciones climáticas, modernizar las infraestructuras locales para mejorar la resiliencia al clima y potenciar la cultura de reutilización, un práctica antes mucho más común.
El evento concluyó con un debate abierto donde se recogieron las opiniones sobre los métodos de participación preferidos por las asistentes y los comentarios más destacados. Las respuestas reiteraron la necesidad de limpieza y mantenimiento de los ríos locales -el Matarraña y el Algars-, las preocupaciones sobre los efectos visibles del cambio climático en la naturaleza, el aumento de alergias, la escasez de servicios básicos en el municipio y la falta de eventos participativos y culturales.
Las asistentes, muchas de las cuales sentían que históricamente no habían sido escuchadas, agradecieron la oportunidad de ser incluidas y de que se valorara su opinión y sus conocimientos. Ellas, en contacto directo y continuo con la naturaleza y el campo, han acumulado un entendimiento profundo de los ciclos naturales y los cambios ambientales, lo cual es invaluable para cualquier esfuerzo de adaptación y mitigación.
Esta iniciativa no solo supuso una tarde para compartir un café y hablar sobre el tiempo; fue una demostración de la importancia de valorar la experiencia acumulada y de cómo el conocimiento intergeneracional puede y debe ser un pilar en la lucha contra el cambio climático. En una época donde las decisiones rápidas y la adaptación al cambio son cruciales, tener en cuenta todas las voces y poner en valor la sabiduría de quienes han vivido en armonía con la tierra por décadas es un recurso insustituible para navegar en el incierto futuro ambiental.
AGORA es un proyecto europeo que involucra de manera significativa y efectiva a las comunidades locales en acciones climáticas, acelerando y ampliando el proceso de adaptación al cambio climático. El proyecto también busca combatir la desinformación sobre el cambio climático a través del diseño de herramientas y materiales que mejoren la capacidad de la ciudadanía a la hora de enfrentarse a campañas de desinformación que se difunden por diferentes medios.
Artículo originalmente publicado en el suplemento de ciencia y tecnología de Heraldo de Aragón Tercer Mileno, el 4 de julio de 2024. Un artículo de Judith Bielsa y Lucía Moreno.