En el marco del proyecto europeo AGORA, la Fundación Ibercivis ha llevado a cabo una serie de grupos focales con el objetivo de analizar y mejorar la participación ciudadana en la adaptación al cambio climático, así como co-crear estrategias de adaptación blanda1 a los efectos medioambientales adversos. Estos grupos, desarrollados en Zaragoza, han proporcionado valiosa información sobre las percepciones, barreras y oportunidades para la acción climática a nivel comunitario, enfocándose en tres segmentos poblacionales: jóvenes, población activa y migrantes. Los tres grupos fueron seleccionados como casos de estudio debido a su interés y potencial impacto en la acción climática.
Jóvenes: optimistas y apostando por oportunidades como el arte para divulgar
En primer lugar, los jóvenes se identificaron como un grupo particularmente vulnerable, altamente motivado e interesado en iniciativas relacionadas con el cambio climático pero que a menudo siente una desconexión política que limita su participación. A pesar de ello, durante la actividad destacó su optimismo respecto al futuro ambiental. Como estrategia para incrementar la resiliencia y adaptación al cambio climático, los jóvenes propusieron una reconexión entre los entornos urbano y rural, prefiriendo métodos participativos que incluyan talleres móviles interactivos y procesos en los que haya toma de decisiones, valorando especialmente aquellos mecanismos que les permitan influir directamente en las políticas públicas. Sin embargo, se enfrentan a desafíos como la falta de interés y el escepticismo de otros grupos de población, especialmente entre la población más envejecida, además de las barreras externas identificadas, como los recursos limitados y la burocracia que retrasa la implementación de soluciones. Los jóvenes ven una oportunidad en el uso del arte y el entretenimiento, sugiriendo que utilizar por ejemplo la magia y la música como herramientas divulgativas puede hacer que la ciencia climática sea más accesible y atractiva.
Población activa: comunidades locales para abordar problemas climáticos de una manera colectiva
Por otro lado, la población activa mostró interés en la adaptación de los distintos entornos laborales, subrayando la necesidad de adecuar también los centros educativos y las viviendas a las condiciones climáticas extremas, como por ejemplo las olas de calor. Además, identificaron la mejora en las estrategias de comunicación y difusión de información como una urgencia para aumentar la participación pública. Este grupo prefirió los métodos de participación que incluyesen a las asociaciones vecinales y entidades de apoyo mutuo, promoviendo así el fortalecimiento de las comunidades locales para abordar problemas climáticos de una manera colectiva. También abogaron por la inclusión de consejos asesores comunitarios que monitoreen y aseguren el desarrollo de políticas efectivas, así como la necesidad de la creación e implementación de protocolos que mitiguen los efectos adversos del cambio climático. Sin embargo, también debatieron acerca de que como grupo de población se enfrentan a barreras internas como la falta de tiempo y recursos, y a barreras externas relacionadas con la ineficiencia burocrática que ralentiza la implementación de iniciativas. Entre las oportunidades para el compromiso social, sugirieron la realización de actividades que combinen cultura y conciencia social para fomentar la participación comunitaria.
Personas migrantes: integrar enfoques de en las políticas de migración climática
En el caso de las personas migrantes, todas ellas provenientes de países de América Latina, destacaron la importancia de la reforestación y la creación de refugios climáticos como medidas para mitigar las temperaturas extremas. Además, se resaltó la necesidad de clarificar y democratizar el acceso a energías renovables para reducir desigualdades, así como la consideración de la problemática de la pobreza energética como un asunto de vital importancia. Las campañas de sensibilización comunitaria se percibieron como cruciales para informar sobre los beneficios de las energías limpias y fomentar la colaboración política y social. Sin embargo, dialogaron sobre la existencia ciertas barreras internas para una participación efectiva, como la falta de acceso a información clara y comprensible sobre recursos energéticos. Como barreras externas identificaron las desigualdades estructurales que limitan constantemente su participación. Las personas migrantes también urgieron la integración de enfoques de género en las políticas de migración climática, enfatizando la necesidad de abordar necesidades específicas mediante la aplicación de esta perspectiva de manera interseccional.
Estos tres grupos focales han proporcionado una amplia gama de perspectivas que subrayan la importancia de adaptar las estrategias de participación ciudadana a las características y necesidades específicas de cada grupo en la ciudad de Zaragoza, ya que no se ha llevado a cabo grupos focales en el área rural. Las conclusiones comunes entre los grupos incluyen la importancia de la participación activa, y el consenso general sobre la necesidad de que las políticas climáticas sean inclusivas y reflejen las voces de todos los sectores de la sociedad. Además, durante el debate se identificó que las complejidades burocráticas representan un obstáculo significativo para la implementación efectiva de soluciones climáticas, mientras que la educación y las campañas de sensibilización se consideran fundamentales para empoderar a las comunidades y promover acciones colectivas.
Como próximos pasos, el proyecto AGORA continuará con un análisis comparativo de los grupos focales realizados en otros países europeos, concretamente en Italia, Alemania y Suecia. Este análisis buscará identificar metodologías comunes y preferidas de participación, así como proponer soluciones blandas de adaptación al cambio climático co-creadas y adaptadas a los contextos locales.
- El término se refiere a cambios o ajustes graduales que no generan una medida brusca, es decir, busca integrar mejoras de manera progresiva. ↩︎