Clima e inclusión: la importancia de no dejar a nadie atrás en la adaptación al cambio climático

Una jornada en Fundación ASPACE Zaragoza visibiliza las vivencias y estrategias de adaptación de personas con parálisis cerebral respecto al calor extremo

Judith Bielsa y Lucía Moreno

El pasado mayo, la fundación ASPACE de Zaragoza acogió un taller participativo centrado en la adaptación al cambio climático desde una perspectiva inclusiva. La actividad se enmarcó dentro del Proyecto Adaptation AGORA, en el que la Fundación Ibercivis lleva a cabo el caso de estudio de Aragón. Este taller puso el foco en la voz y la experiencia de las personas con parálisis cerebral. 

Los efectos del cambio climático no afectan a todas las personas de manera igual, por eso, es importante recoger la experiencia de todas las diversidades existentes en la sociedad. Es necesario recoger cómo los fenómenos extremos -como las olas de calor, las altas temperaturas nocturnas o la falta de infraestructura adaptada- afectan a las personas con parálisis cerebral para cocrear soluciones de adaptación al cambio climático que incluyan a todas las personas sin dejar a nadie atrás.

Durante la sesión, diseñada como un conversatorio, se introdujeron conceptos clave como la diferencia entre tiempo y clima, el efecto invernadero, la mitigación, la adaptación, la desinformación climática y la ciencia ciudadana. El punto clave del encuentro fue un diálogo entre las personas participantes, quienes compartieron experiencias personales, preocupaciones y propuestas para hacer frente a la crisis climática desde las distintas diversidades. 

El calor, percibido como cada vez más persistente y agresivo, fue el eje central de muchas intervenciones. Se compartieron anécdotas sobre cambios en la fauna, como la presencia temprana de insectos, y sobre el aumento de temperaturas nocturnas, incluso en zonas tradicionalmente frías. Los asistentes manifestaron su preocupación por la rapidez de los cambios y la escasa respuesta institucional. 

En particular, se denunciaron barreras cotidianas que agravan la vulnerabilidad climática del colectivo: trayectos urbanos mal adaptados, inaccesibilidad en refugios de calor, y la falta de adecuación en las iniciativas municipales. «Vivir con parálisis cerebral ya implica muchos retos, pero el cambio climático ha añadido nuevos. Cuando hay olas de calor, como las que ahora son más frecuentes, nuestro cuerpo no regula bien la temperatura.” “Sudar o refrescarse no es tan simple cuando no me puedo mover con libertad o cuando necesito ayuda para cambiar de posición. Además, las tormentas fuertes o las lluvias intensas complican mis traslados. Si dependo de una silla de ruedas y transporte adaptado, cualquier charco o rampa resbalosa puede ser un obstáculo enorme. A veces, ni siquiera puedo salir de casa por varios días.”

Fuente propia, tomadas por la Fundación Ibercivis

El taller también sirvió como plataforma de reivindicación. Las personas participantes, algunas de ellas verificadoras en lectura fácil y colaboradoras en proyectos multidisciplinares, subrayaron la importancia de la inclusión real: no desean espacios segregados, sino estar presentes en todos los entornos, desde los educativos hasta los institucionales. Se puso en evidencia el gran desconocimiento social respecto a la discapacidad y se hizo un llamamiento a incorporar sus voces en el diseño de políticas climáticas. Desde su posición reivindican: “El cambio climático no nos afecta a todos por igual. Las personas con discapacidad necesitamos ser parte de la conversación, porque nuestras necesidades también deben ser parte de la solución.»

En la parte final, se compartieron estrategias de adaptación al calor: viviendas térmicamente aisladas, uso de fundas para sillas de ruedas hechas con materiales distintos al cuero, consejos para la hidratación y el confort térmico, entre otras. Estas medidas, en su mayoría de bajo coste, muestran cómo la “adaptación suave” puede mejorar de forma tangible la calidad de vida.

Esta jornada no fue solo una actividad participativa; fue un espacio de escucha, empoderamiento y propuesta. En un contexto donde la inclusión social y la adaptación climática deben ir de la mano, iniciativas como esta revelan la necesidad de pensar el futuro desde todas las voces, especialmente aquellas que han sido sistemáticamente invisibilizadas.

Fuente propia, tomadas por la Fundación Ibercivis

Adaptation AGORA es un proyecto europeo que involucra de forma significativa a las comunidades locales en acciones climáticas, acelerando el proceso de adaptación al cambio climático y combatiendo la desinformación mediante herramientas inclusivas y participativas. Pueden visitar las dos academias digitales creadas dentro del proyecto donde se pueden encontrar cursos interactivos sobre desinformación sobre el cambio climático y cómo usar los datos climáticos. 

También pueden encontrar la aplicación móvil AGORA Quiz un juego interactivo – disponible en IOs y Android-, así como el Agora Community Hub, un punto de encuentro virtual para empoderar a las comunidades locales a fin de que compartan sus necesidades, conocimientos y experiencias sobre cuestiones y soluciones relacionadas con la adaptación al cambio climático.

Agradecimientos a la Fundación Aspace Zaragoza y en especial a: Maria Victoria Romeo, Ninoska Cid, Carlos Grasa, Virginia Navarro, Oscar Alijarde, José Garcia, Maria Luz Alrimasueres.