Éste es el artículo publicado en el suplemento de Heraldo de Aragón tercer Milenio correspondiente al 13 de agosto de 2018, fruto de la colaboración de la Fundación Ibercivis con el periódico Aragonés.
En el artículo, Miguel Barral nos propone resolver tres tareas matemáticas acompañados de un café, ya que recientes estudios demuestran que esta bebida estimula nuestra inteligencia matemática.
A continuación se plantean tres pasatiempos matemáticos. En concreto tres cuadrados aritméticos, donde el reto está en rellenar las casillas con los números de 1 al 16 de modo que las igualdades sean correctas. Y teniendo en cuenta que las operaciones se hacen secuencialmente, no por criterio de prioridad.
Resuelve cada uno de ellos cumpliendo en cada caso la premisa indicada:
- Caso 1 Acompañado de una humeante taza de café (pero sin tomarlo).
- Caso 2 Acompañado de un refrescante café con hielo (pero sin tomarlo).
- Caso 3 Acompañado de una humeante taza de descafeinado (pero sin tomarlo).
Si quieres saber por qué no has podido tomar los cafés, sigue leyendo:
Investigadores del Stevens Institute of Technology han descubierto un tan novedoso como sorprendente y curioso efecto del intenso, inconfundible e irresistible aroma del café: al parecer estimula nuestra capacidad para resolver problemas matemáticos. Efecto que constataron tras enfrentar a 100 voluntarios, divididos en dos grupos, a un test de dicha naturaleza; con uno de los grupos en una sala con ambientadores de café y el otro en un ambiente neutro.
Lo que postulan los autores de la investigación -y lo que perseguían comprobar- es que la mera presencia del café, en este caso constatada a través de su aroma, produce un efecto placeboasociado al conocido y demostrado efecto estimulante del consumo del mismo en virtud de su contenido en cafeína.
Este Experimenten pretende ir un paso más allá del estudio y constatar si, en efecto, se trata de un efecto placebo o si por el contrario cabe valorar la hipótesis de que se trate de un efecto real, debido a la entrada en el cerebro a través de las vías olfativas de alguno de los compuestos volátiles responsables del aroma de café.
Porque si simplemente se trata de un efecto placebo, parece lógico aceptar que igualmente la constatación de la presencia del estimulante brebaje a través de la visión se traducirá en una mejora de los resultados, en un mayor rendimiento individual.
Así pues, ¿cómo se deben interpretar los resultados del Experimenten?
Si la resolución de los casos 1 y 2 fue más fácil/rápida entonces se trata de un efecto placebo. Toda vez que el café con hielo, al estar frío, resulta mucho menos aromático dado que la evaporación es mínima.
Si la resolución fue más rápida en los caso 1 y 3, entonces no se debe descartar que se trate de un efecto real causado por una sustancia presente en el aroma del café.
Y si la mejoría solo se produjo en el caso 1, entonces habrá que entender que la sustancia responsable de dicho incremento (real) del rendimiento se pierde durante el proceso de descafeinado.