Isabel y Alfonso son dos maestros jubilados que han hecho una nueva amiga: “Woodsia Alpina”, la planta que adoptaron para participar en el programa “Adopta una Planta”, del Instituto Pirenaico de Ecología. Esta es su experiencia.
Somos Isabel y Alfonso, maestros jubilados y participantes voluntarios en el programa del Instituto Pirenaico de Ecología ‘Adopta una Planta’ desde el año 2014. Nos enteramos del programa a través de unos amigos que tenían, a su vez, una amiga, -Begoña García del IPE-CSIC-, que estaba trabajando en este tema.
Junto a otros voluntarios asistimos a una reunión donde Begoña nos explicó todo lo referente al proyecto y en qué consistía la colaboración que nosotros podíamos ofrecer. Entre los asistentes había también voluntarias que ya estaban participando y que nos contaron lo gratificante que les resultaba esta participación-colaboración. Una vez aclaradas todas las dudas, nos pusimos de acuerdo con Ana Mari y Javier para hacer un seguimiento en un entorno que nos iba bien, nos gustaba y que era de interés para el proyecto.
Fijamos un sábado para ir juntos al lugar concreto a conocer nuestra planta adoptada, un pequeño helecho del que aprendimos hasta el nombre científico: «Woodsia Alpina”. Begoña y Manolo nos la presentaron y nos enseñaron como trabajar. Fuimos aprendiendo a reconocerla, localizarla, hacer esquemas, fotos, conteos de plantas y de hojas… se nos pasó la mañana sin darnos cuenta aprendiendo, recogiendo datos, riendo, comentando y disfrutando.
A lo largo de estos años venimos participando en la celebración anual de “Adopta una Planta”. Visitamos lugares de gran interés natural. Nos acompañan otros voluntarios, expertos y científicoscon los que paseamos, aprendemos un montón, disfrutamos y nos sentimos partícipes (sabiendo nuestra colaboración) de un gran proyecto científico. A su vez nos comunicamos “cómo van” las plantas adoptadas por cada uno.
En nuestro seguimiento anual de la planta hemos aprendido mejor en qué consiste el proceso científico, ha aumentado nuestro interés por saber más, entendemos mejor en qué consiste y qué significa la colaboración y participación de la ciencia ciudadana, lo pasamos bien, hacemos algo que nos gusta y disfrutamos.
Animamos a todo el mundo a participar en estos procesos colaborativos y esperamos completar nuestro compromiso de seguimiento durante los diez años del proyecto o todos los que se prolongue si tenemos salud.
(*) Este artículo aparece originaemente en la edición digital del suplemento de Heraldo de Areagón Tercer Milenio. Esta sección se realiza en colaboración con el Observatorio de la Ciencia Ciudadana en España, coordinado por la Fundación Ibercivis.