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Experimento 1
Coge 20 monedas de 1 euro y cronometra cuánto tardas en apilarlas en una torre empleando solamente tu mano menos diestra.
Experimento 2
Cronometra el tiempo que tardas en resolver el siguiente pasatiempo lógico, consistente en eliminar, en cada uno de los tres casos, dos monedas para que se cumpla la igualdad.
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Experimento 3
Coge una caja de cerillas y trata de resolver el siguiente reto lógico ‘fisicamente’. Es decir, disponiendo las cerillas sobre la mesa tal cual y moviendo a continuación las cuatro necesarias para que se verifique la igualdad. Pero con una dificultada añadida. Una vez que tengas clara la respuesta, tendrás que manipular las cerillas con los ojos cerrados. Cronometra cuánto tiempo necesitas para resolver este reto cognitivo-manipulativo.
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ATENCIÓN ADVERTENCIA: No continúes leyendo hasta haber resuelto los retos anteriores so riesgo de ‘spoiler’.
¿Existe una relación entre las capacidades motoras y la capacidad cognitiva? O dicho de otro modo: ¿la gente más hábil y coordinada manifiesta también más facilidad para resolver los problemas intelectuales? ¿Es incluso posible que las capacidades motoras estimulen o favorezcan la capacidad cognitiva? Eso es lo que sugiere, o al menos plantea, un reciente estudio efectuado por investigadores finlandeses.
En él se estudió la posible asociación entre capacidades motoras -en concreto agilidad, equilibrio y destreza manual-, capacidad aeróbica y porcentaje de grasa corporal y la capacidad cognitiva en 371 niños de ente 6 y 8 años.
Y se constató que los niños -pero no las niñas- con mayores capacidades motoras obtenían mejores resultados en las pruebas de conocimiento. Una relación que, por el contrario, no se manifestó en lo relativo a la capacidad aeróbica ni el porcentaje de grasa corporal.
Eso sí, los autores de la investigación hacen hincapié en que estos resultados no implican necesariamente que exista una relación causal -es decir, causa y efecto- entre ambos factores. Aunque sí dejan abierta la posibilidad. Una posibilidad que demanda de más investigaciones en la misma línea para confirmar o desmentir este extremo.
Y una demanda a la que trata de sumarse y a la vez complementa este experimenten: que estudia si existe dicha relación entre capacidades motoras y cognitiva y si esta se manifiesta independientemente de la edad. Para lo cual enfrenta -o a estas alturas mejor decir que ha enfrentado- al voluntario a una prueba para pedir su capacidades motoras, a otra para medir su capacidad cognitiva y finalmente a una mixta que combina ambas capacidades.
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