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Tecnologías para transformar cáñamo en bioplástico para impresoras 3D, para fabricar ropa con la basura de nuestro día a día, o fármacos con insectos, o biodiesel con aceite usado de cocinar, incluso una biorrefinería casera en miniatura son algunas de las propuestas de la Feria Maker europea que comienza pasado mañana en Roma. Lo bio, la economía circular, será uno de los contenidos estrella de este año, además de la robótica, la inteligencia artificial, la electrónica y la investigación aeroespacial.
Se presentan proyectos brillantes que pueden cambiar la forma actual de producir cosas, que pueden romper con la perniciosa monotonía generada por la Industria. A los autores de la Feria Maker más importante de Europa les gusta hablar de “la revolución de las habilidades» y de “transformación digital de lo artesanal”. Antes se llamaban ‘freakies’; ahora son los que traen aire fresco a una fabricación en serie movida por la inercia. La Agencia de Innovación de la Cámara de Comercio de Roma organiza esta feria para dar visibilidad a la creatividad, para compartir proyectos y apoyar el desarrollo de los mejores.
La economía circular ocupa uno de los pabellones de la feria. En él, juegos interactivos nos guiarán a través de la exhibición de tres tecnologías: la transformación de basura urbana en biofuel; la producción de biodiesel con aceite usado de cocina; y el reciclaje de poliestireno para aislamientos térmicos. Otros pabellones estarán ocupados por robots, por el Internet de las Cosas y la inteligencia artificial, la realidad virtual y aumentada, fabricación electrónica, drones y tecnologías aeroespacial y de los alimentos.
El espacio se incorpora este año al menú de la Feria Maker, en colaboración con la Sociedad Británica Interplanetaria y el Instituto de Ingeniería Aeroespacial de Roma. Entre numerosos artefactos espaciales históricos, misiones lunares y secretos de satélites artificiales, la divulgación científica quiere traer a la feria a los protagonistas del pasado aeroespacial y, sobre todo, a los inventores del presente, a los makers del espacio.
También al sector de la agricultura y la alimentación hacen propuestas creativas estos ‘hacedores’ de un futuro sostenible. En Roma presentarán hasta treinta soluciones aplicables a granjas y a líneas de producción de alimentos. Se hablará de nutrición, de educación y cocina circular y no faltarán los showcookings.
La Feria de Roma no está al final del trabajo maker, aunque también, con tanta exhibición de proyectos. Pero está además en el comienzo, porque la feria promueve el desarrollo y la visibilidad de iniciativas incipientes. Este año en relación a: África, para su acceso a las innovaciones en materia de eficiencia energética; la atención a la discapacidad, con soluciones reales para los afectados; y las áreas públicas urbanas, para el desarrollo de servicios inclusivos y colaborativos.
Artículo escrito por Carmen Serrano para Tercer Milenio. Enlace aquí.
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